miércoles, 16 de febrero de 2011

JVR

El sentido común dice que la Intendenta debía renunciar a su cargo. Con esto se entiende que era el gobierno quién debía sacarla. Todo Chile fue testigo de sus mentiras. Falseo información y provocó un escándalo mayor, poniendo en tela de juicio la gestión del Ministerio de Vivienda. Cuando vio que podía caer, intentó enlodar en sus acción al seremi, subsecretario y ministra del ramo.

¿Entonces cómo se entiende que el gobierno la mantenga en el cargo?
El verbo de la política es el poder. No el sentido común. Desde esa perspectiva, en este caso se cruzan las ambiciones presidenciales y senatoriales de la derecha. De ello desprendemos un tono arrogante y triunfalista en donde sienten que debido al desorden de la oposición y el control absoluto sobre los medios de comunicación, productivos y financieros, pueden hacer y deshacer.

Otro de los aspectos que debemos considerar es la existencia de una pelea soterrada pero visible entre la UDI y RN. Los primeros no desean perder ninguna posible carta senatorial o presidencial, considerando que el Bio Bio es la tercera región más grande en términos electorales, no están dispuestos a ceder espacios en la contiendo del 2013.

Pero la UDI está cometiendo un grave error, RN tiene toda la posibilidad de sumarse a la posible acusación constitucional en contra de la Intendenta, lo que la dejaría fuera de la competencia senatorial. La UDI apostará a mantener su dominio e influencia sobre el gobierno a punta de chantajes y presiones. La UDI ganó en demostración de fuerza pero perdió en costos públicos, pero eso parece no ser importante para gente que apoyó la dictadura de Pinochet. Su error estuvo en tratar de salvar a toda costa a JVR sin darse cuenta que sus socios de gobierno podrían estar “operando” para dejara sin posibilidades de competencia.

El Gobierno dejó en evidencia varias cosas graves. El Presidente de la República no tiene liderazgo, capacidad para resolver conflictos y menos para ordenar al oficialismo, está secuestrado por los intereses partidistas, cada día da más la impresión que gobierna el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter y no Piñera. Todo lo ofertado en campaña fue demagogia, no existe ninguna intención de gobernar según el programa de campaña y el día a día se come la gestión. El gobierno no tiene peso y el presidente termina exponiendo su imagen para el escarnio público.

Patricio