OPOSICIÓN.
Sencillo, claro y preciso. Somos de oposición.
Muchos no nos sentimos representados por ningún partido político, ni por muy nuevo o moderno que este sea logra interpretarnos, no lo hacen los que tienen más de 70 años ni los que están por nacer, todos caen al final en lo mismo, en preocuparse de lo menos importante, de las negocias, transacas y conflictos internos. Con desesperación tratan de armar un bloque pegado con chicle para enfrentar la eficiente máquina de la Derecha, la nueva y la antigua que al final apalea igual, en las elecciones municipales que se avecinan.
Mientras “ellos” dan la hora por la prensa hegemónica, los problemas reales siguen ebulliendo. Se pelean por el nombre pero la lógica de la repartija es la misma. Parece que no entendieron nada. Un acuerdo político de partido es eso, un acuerdo de partidos. ¿Existe algo más desprestigiado que los partidos políticos?
Por eso en este texto corto y directo hacemos un llamado a trabajar por lo importante, defender al que sufre, lograr repartir de mejor forma el poder, las oportunidades y sobre todo los ingresos. La buena política busca que el hombre y la mujer estén en el centro de su actuar. El resto es música. Los cantos de sirena son buenos para los cuentos de niños. Pero como hace rato que dejamos de serlo, creemos que el camino que a veces toman los líderes de los partidos políticos sólo hace que la gente se aleje aun más de la práctica de la política.
Para el despedido de la administración pública, para el apaleado por un paco descuadrado en Rapa Nui o para la niña que no recibió la píldora del día después en el consultorio de Puente Alto da lo mismo si la “oposición”, nace de la Concertación por el centro o de la izquierda por la Concertación o de la ambigüedad progre. Lo que si esta claro, es que los supuestos líderes de la política todavía no logran identificar el dolor real de la gente que sufre.
Pero ojo, aquí estamos los comunes. Los ciudadanos de a pie que nunca hemos necesitado ni chofer ni grandes cargos para decir lo que sentimos: la mejor política es la que se hace de forma colectiva. Los mejores equipos son los que aprenden a poner el bien común por sobre los intereses personales y sobre todo, que quienes buscan la confrontación innecesaria sólo le hacen la pega al poder dominante de la derecha chilena.
Por eso partimos con lo básico, somos de oposición al gobierno y nos interesa que este gobierno corrija su actuar, porque lo hace mal y no logra beneficiar a las inmensas mayorías. ¿Sencillito o no?
