domingo, 1 de abril de 2007

PÁJAROS


Los pájaros vuelan en círculo,

el círculo acompaña al pajaro

un hombre apunta y dispara

el círculo se retuerce de dolor

el pájaro sangra y muere

la muerte vive y resurge

el hombre limpia su muerte y seca la sangre

la sangre se seca en el hombre y todo envejece

al tiempo, el pájaro apunta su alma y cierra sus ojos

el hombre muere y la soledad se para en el umbral de la muerte...

UNA NUEVA FELICIDAD


Si consideramos a los problemas sociales como una dificultad adquisitiva y de clase, intrinsicamente queremos algo asi como un capitalismo para todos. El problema no es tener más dinero para gastar y consumir. Nuestro desafío es constituir un nuevo paradigma de felicidad. Universal, humanitario y que considere las diferencias de credo y raciales, como simples accidentes de la genética. La igualdad del hombre y la mujer es un pilar de desarrollo. Ser iguales significa tener los mismo derechos y sobre todo las mismas oportunidades para alcanzar la felicidad. Más allá de las consideraciones históricas el actual modelo económico y sobre todo cultural, han instalado ciertos dogmas que nadie discute o se atreve a criticar con propuestas serias y que no suenen a marginalidad panfletaria. Al mirar las dificultades desde una sólo óptica, sea esta económica, cultural, de credo o social, se está estigmatizando el conflicto, encasillandolo en una división de las fuerzas.



La conquista de una nueva felicidad nos permitirá derrumbar los viejos esquemas, sumando a la política un fuerte componente ético y moral que constituya una relación de amparo, progreso, equidad y sensibilización de la preocupación por lo público.



Si nuestra mirada es abierta y nueva, los viejos sintagmas del poder deberán dar paso a mayor participación y compromiso solidario. Por esto, es fundamental priorizar la relación de fuerzas desde una perspectiva integral. Romper el concepto de felicidad comprado por una de felicidad agradecida y de fortalecimiento de una mirada más humanitaria de la misma, nos permitirá restar poder a la frustración de lo que no tenemos, centrándonos en la felicidad de lo que si somos. Hombres y mujeres libres que no esten determinados por su cuna u origen social para alcanzar la felicidad. Como la sociedad y sus vínculos son principalmente segregadoras y excluyentes, requerimos en una primera etapa, de un ente superior que satisfaga y democrátice los requerimientos mínimos de los seres humanos. Con esto, podremos balancear y equlibrar las injusticias arrastradas desde hace siglos.

Patricio