miércoles, 14 de febrero de 2007

ACUSAN A NAVARRETE DE BOICOTEAR TRANSANTIAGO


Dirigentes sindicales del transporte acusan a Manuel Navarrete de boicot contra Transantiago
UPI


El presidente del Sindicato Nacional Unitario Interempresa de Trabajadores del Transporte Terrestre (Sinattich), Oscar Montenegro, acusó al empresario microbusero Manuel Navarrete y a "su séquito" de intentar boicotear el funcionamiento del Plan Transantiago.
Al mismo tiempo, el dirigente sindical solicitó al Gobierno que evalúe la posibilidad de intervenir las empresas Buses Gran Santiago S.A. y Buses Metropolitana S.A. de propiedad de Navarrete, las que desde el inicio del Transantiago, el pasado sábado 10 de febrero, no han funcionado en su totalidad afectando el transporte de pasajeros tanto en la zona norte como en la zona sur de la capital.


"Nosotros acordamos que si siguen en esta actitud, porque el daño que le están haciendo a la Región Metropolitana es terriblemente grande, el Gobierno debiera intervenir las empresas del señor Manuel Navarrete para así poder demostrar que efectivamente, con una intervención, las máquinas van a tener que salir y obligar al señor Navarrete que funcionen", precisó Montenegro.


En tanto, el secretario general del Sinattich, Ramón Becerra, aseguró que no descartan entablar acciones judiciales en contra del empresario, por su responsabilidad en las complicaciones observadas en la puesta en marcha del Transantiago.


"Hemos resuelto denunciar a Manuel Navarrete y a su séquito... Miguel Herane, el señor (Demetrio) Marinakhis, Juan Pinto Zamorano, que son los zares del transporte público, porque ellos han apostado desde el año '92 que las licitaciones que iban a ser llamadas por las autoridades de transportes de nuestro país iban a ser boicoteadas", destacó Becerra.
Entre los antecedentes presentados por los dirigentes sindicales, para acusar a Manuel Navarrete de entorpecer el plan de transporte, destacaron que "las micros de Navarrete no funcionan en su totalidad, ni siquiera en los momentos peak, al contrario de otras líneas de otros operadores".


Los dirigentes agregaron que es lamentable, que luego que el Gobierno "fijara los procedimientos para hacer más operativo y menos vulnerable esta importante actividad de los servicios al que se denominó Transantiago", un grupo intente quebrantar esas normas dictadas para mejorar el servicio de transporte público.


"La actitud asumida por el señor Navarrete en la partida del Transantiago (...) demuestra que esta es una campaña para hacer fracasar este nuevo sistema", subrayó Becerra.

LA FRESCURA DE RAJA DE MARINAKIS: Vuelve el padrino.


“La única manera de que esto se normalice (Transantiago) es que le devuelvan las micros a los empresarios y los chóferes” Marinakis, Lun pag 12, miércoles 14 de Febrero.

El Consejo Superior de Transporte, la legión del mal, era la instancia que reunía a los gremios del transporte. Históricamente se opusieron a cualquier atisbo de modernización o mejoría del sistema. La directiva encabezada por Manuel Navarrete y Demetrio “Hoffa” Marinakis, conseguían atrasar la implementación de las reformas. Regulaban el transporte según la ley del más fuerte, sus chóferes, muchos de los cuales debían usar drogas para mantener la fuerte carga de estrés, se mataban por cortar boletos en locas carreras realizadas en las principales calles de Santiago. Micros deteriorados contaminaban atmosféricamente y también generando un zumbido masificado con sus motores por toda la ciudad.

La muestra máxima de su estilo quedó plasmada en agosto del año 2002, cuando cinco dirigentes fueron encarcelados por violar la Ley de Seguridad Interior del Estado, al autorizar el bloqueo de calles en Santiago. Generando un caos sin comparación. Demetrio Marinakis -que en ese momento se encontraba en el Caribe- se culpó de organizar el paro y, desde la prisión, prometió “sangre” si no lo liberaban a él y a sus amigotes Manuel Navarrete, Armando Huerta, Orlando Panza y Marcel Antoine. Finalmente, los micreros fueron encauzados pero salieron bajo fianza, condenados a penas remitidas que cumplen firmando periódicamente. La acusación fue clara "que se pasaron a llevar las letras c y d del artículo 6 de la ley N° 12.927sobre Seguridad del Estado, pues mediante las referidas acciones, de hecho, se produjo la interrupción del funcionamiento de los servicios públicos o de utilidad pública, industriales, comerciales, de transportes o de distribución, impidiéndose el libre acceso a puentes, calles caminos y otros bienes de uso público".

Antes de esgrimir alguna opinión, hay que considerar las situaciones que llevaron al gobierno a modernizar nuestro sistema de Transportes. Está claro que el Transantiago ha tenido dificultades en su implementación, principalmente por descoordinación y falta de flotas. Pero eso no quiere decir que el sistema antiguo sea la panacea como lo esgrime Marinakis. Existe progreso, modernidad y esto es una gran reforma, el sistema de pago evitará que los chóferes sean asaltados al llegar a las garitas, ya no tendrán que correr para comer, por que sus sueldos están asegurados por contrato y la renovación de la flota baja la contaminación atmosférica y de ruido.

La actitud del gobierno ha sido la correcta, por una parte vemos a los responsables jugados por implementar y mejorar in situ los problemas, incluso partiendo sus jornadas a las tres y media de la mañana y terminando pasado las veintidós horas, dando la cara y asumiendo las responsabilidades. La gratuidad del pasaje durante toda una semana es una forma de demostrar que aquí lo que importa es contar con un sistema que respete al usuario, y que no puede cobrar un servicio que no funcione en plenitud con los estándares de rapidez, eficiencia y modernidad que todos deseamos.

Patricio